28 de octubre: San Judas Tadeo, patrono de las causas difíciles
Era un judío oriundo de la ciudad de Edesa. Tenía un profundo conocimiento de las Sagradas Escrituras. Peregrino a Jerusalén en tiempos de Juan el Bautista quien lo impresionó tanto con su predica, que pidió ser bautizado por él. Más tarde escuchó las enseñanzas del Maestro Jesús, vio los milagros que hacía, y lo siguió.
Cuando nuestro Señor Jesucristo ascendió, él regreso a Edesa, su ciudad natal. Allí curó a enfermos de lepra y fue iluminando su camino con la Palabra de la Verdad, construyendo iglesias y bautizando desde Siria hasta Beirut. Dedicó su vida a cumplir plenamente el mandato otorgado por Nuestro Señor Jesucristo a los Apóstoles: “Id, pues, y enseñad a todos las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que observen todo cuanto os he ordenado.” (Mateo 28:19)
Es el autor de «La Carta de Judas» tal vez dirigida a comunidades judeocristianas. En ella nos previene de las herejías y sobre el uso de la libertad del cristiano de aceptar la divinidad de Jesucristo (vs. 8, 11, 16, 18).
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